Hoy en día algunas niñas comienzan a madurar físicamente tan pequeñas como 7 a 8 años de edad. Esto es mucho más temprano que cuando las niñas comenzaban la pubertad 10 a 30 años atrás, de acuerdo a un estudio publicado en el jornal Pediatrics. El problema es que la pubertad temprana puede ser una señal de abnormalidad médica y puede afectar el desarrollo psicológico.

Simplemente definido, la pubertad es un  proceso hormonal complejo que desencadena el desarrollo de las características sexuales. La pubertad temprana se divide en dos tipos: precoz o periferal. En la más común, la pubertad precoz, no existe explicación para el desarrollo temprano y tampoco existe razon médica para detenerla. Pero con la pubertad periferal, usualmente algo más siniestro ocurre, tal como un quiste o un tumor, los cuales pueden acelerar la pubertad. En estos casos los doctores detienen el desarrollo.

Esta condición es poco comun [ocurre más en niñas que en niños] y es tratable con inyecciones de hormonas o implantes, dice Luigi Garibaldi, MD, Profesor de Pediatría en la Universidad de Medicina de Pittsburg.

¿Cuán preocupados deben estar los padres de Susana o Miguel cuando notan cambios de pubertad temprana? Si el comienzo no es común, ciertos problemas físicos y psicológicos pueden surgir.  “Estudios indican que las niñas que comienzan una pubertad temprana participan en comportamiento más riesgoso,” dice Garibaldi.

El mejor consejo? Consulte con su pediatra si nota señales de crecimiento temprano en sus niños.