La salud sexual es clave para que exista una buena salud y bienestar general. Sin embargo para las personas que se identifican como lesbianas, gay, bisexuales, transgénero o queer (LGBTQ), la discriminación, el estigma social y civil y las violaciones de derechos humanos, a menudo causan resultados desfavorables para su salud sexual. 

Para obtener los mejores resultados de salud posibles  en todos los aspectos de la vida, los individuos LGBTQ requieren servicios de atención médica y de salud sexual adaptados a sus necesidades específicas. Esto significa que las personas LGBTQ necesitan tener acceso a servicios de atención de salud integrales en cuanto a la identidad reproductiva y atención médica con afirmación de género, incluyendo anticonceptivos, aborto, ayuda para reproducción asistida y otras opciones de fertilidad, tratamiento para el VIH e infecciones de transmisión sexual, atención de embarazo, recursos para la crianza y tratamientos para temas relacionados con la violencia sexual.

El sistema de atención de salud ha pasado por alto e ignorado en gran medida las necesidades de las personas LGBTQ. Una gran barrera para que las personas LGBTQ accedan a servicios médicos de calidad es la fragmentación de la atención médica. La incapacidad de los proveedores médicos y de las organizaciones para coordinar la atención de los pacientes aumenta los riesgos para la salud y la posibilidad de que los resultados sean desfavorables. Lo que es más, la discriminación por parte de los proveedores de atención, los problemas con el seguro (por ejemplo en los Estados Unidos 27 estados no tienen leyes que provean protecciones inclusivas en el seguro para las personas LGBTQ), las disparidades raciales  y la inequidad en la salud, pueden dificultarle a las personas LGBTQ el tránsito por el sistema de salud.

Las investigaciones demuestran que la discriminación individual y crónica puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud mental y trastornos por uso de substancias entre las personas LGBTQ. A menudo esto puede llevar a un comportamiento sexual de riesgo, lo que pone en peligro la salud sexual. De acuerdo con el National Institute on Drug Abuse, el uso de drogas intravenosas y comportamientos sexuales de alto riesgo, ubican a las personas LGBTQ a un mayor riesgo de contraer VIH.

Muchas personas LGBTQ demoran la búsqueda de atención médica porque temen ser maltratados. Sin embargo existen profesionales de la salud que son culturalmente competentes que están entrenados para comprender las necesidades y experiencias particulares de las personas LGTBQ y pueden ofrecerles un entorno médico integral e imparcial.

También se debe abordar el tema de las barreras del seguro de salud. Hay informes que muestran que incluso entre pacientes LGBTQ con seguro, las definiciones tradicionales de género y las guías de la política de los seguros pueden resultar en la denegación de cobertura de servicios de salud.

A pesar de esos obstáculos hay signos de progreso. En los últimos años los legisladores estatales y los defensores de derechos LGBTQ han presionado para que las escuelas implementen programas de educación sexual inclusiva. Desde comienzos de 2020, varios sistemas de información nacional han estado recolectando datos sobre identidad sexual y género para abordar las necesidades y disparidades de salud de las personas LGBTQ.

Además, los proveedores de servicios de planificación familiar han comenzado a ofrecer a los pacientes LGBTQ terapias hormonales de afirmación de género, según informa el Guttmacher Institute, una organización de investigación y normativa política, que aboga por la salud y derechos sexuales y reproductivos en todo el mundo y apoya la eliminación de todas las barreras al acceso a la atención de salud que enfrentan las personas LGBTQ.

A pesar de que estos cambios van en la dirección correcta, los expertos concuerdan con que los legisladores y los profesionales médicos tienen mucho trabajo por delante. Hasta que todos los obstáculos a la atención se hayan eliminado, las personas LGBTQ deben tomar el control de su salud y encontrar un proveedor que comprenda sus necesidades. (Para más información visita LGBTQI Health Resource Guide de la American Library Association o American Sexual Health Association)

La salud sexual, al ser un estado de bienestar físico y emocional, afecta la calidad de vida de todes, sin diferencia de su identidad sexual y de género.

Last Reviewed: June 1, 2021